viernes, 14 de diciembre de 2012

BELLEZA A TRAVÉS DEL TIEMPO ¿Qué es la belleza? Son sentimientos de sensación, impresión, emoción, agrado y juicio, armonía y perfección, imaginación y la razón sobre todo son fenómenos no explicables hasta el momento por los estudiosos. Para Sócrates la belleza fue lo bueno y feo malo. La primera teoría de algún alcance fue formulada por Platón, quien consideraba que la realidad se compone de formas que están más allá de los límites de la SENSACIÓN humana y que son modelos de todas las cosas que existen para la experiencia humana. En su diálogo El Banquete indicaba la diferencia entre CONTEMPLAR la apariencia de la belleza y alcanzar la propia idea de lo bello. RUPESTRE O PREHISTÓRICO Tanto el periodo paleolítico-neolítico inician con la transformación de la piedra “lítico”, el nacimiento del arte está ligado a la imitación consciente, al sentimiento del orden y a la voluntad de posesión, sea ésta real o mágica. Figuras femeninas desnudas, de formas abultadas exageradamente. (Venus de Wilenford, las Venus de Ventonicc, Venus Lespugue, Venus Irkutsk) mágico, y que representan figuras femeninas con sus caracteres sexuales enormente acentuados, practicaron ritos de “fertilidad”. EN EGIPTO sus pinturas como prueba de vida en Egipto demuestran, que se tuvo una explosión de la estética corporal, del peinado, del maquillaje, de la estilización, incluso de la cirugía, y todo ello hasta más allá de la muerte ejemplo: los productos hallados junto a la comida en el ajuar funerario de la familia de los faraones. EN GRECIA El ideal estético del mundo clásico se congeló en la antigua Grecia a partir, sobre todo de la escultura. Nacen disciplinas como filosofía y la ética para ser feliz. Dentro de éste ámbito, la escultura persiguió el ideal de la belleza femenina y masculina basada en la simetría, según la cual un cuerpo es bello cuando todas sus partes son proporcionadas a la figura en su conjunto. El binomio, de la belleza es igual a lo bueno. Fue Policleto, el pionero de la teoría griega de la belleza ideal, el célebre tratado del CANON. Tanto la belleza femenina como la masculina se basaban en la simetría. Ahora bien, hay sensibles diferencias en los géneros, a la concepción cultural. Las esculturas de las mujeres, aunque proporcionadas, representan a robustas y sin sensualidad. Los ojos grandes, la nariz afilada; boca y oreja ni grandes ni pequeñas; las mejillas y el mentón ovaladas daban perfil triangular; el cabello ondulado detrás de la cabeza; los senos pequeños. En tanto que el ideal masculino basado en los atletas y gimnastas, ya que a los atletas y a los dioses se les atribuían cualidades comunes: voluntad, equilibrio, valor, control y belleza. EN ROMA. Absorbió todo el arquetipo de modelo de la escultura griega con la leve variante de que, como pueblo guerrero, al atleta le puso una armadura. EN LA EDAD MEDIA. Ideal de belleza impuesta por las invasiones bárbaras, los cuales mostraban la belleza nórdica de ninfas (natural del norte de Europa) y caballeros. La fuente más importante para analizarlo es la pintura de ésa época. La fe y la moralidad cristiana impusieron un recato en las vestimentas y una práctica de desaparición del maquillaje, que se consideraba contrario a la moral cristina, en cuanto que desfiguraba lo que Dios había creado. (Debía haber sido todo lo natural, imitación a la naturaleza). Ejemplo: pintura de Van Eick, presenta blancura en la piel (indicaba pureza y simbolizaba procedencia del norte de Europa), cabellera rubia y larga, pelo recogido, rostro ovalado, ojos pequeños, vivos y risueños, nariz pequeña y aguda, labios pequeños y rosados, torso delgado y complexión ósea como corresponde a las nórdicas de Europa, caderas estrechas, senos pequeños y firmes y manos blancas y delgadas. En cuanto a los hombres, eran representados como auténticos caballeros guerreros del que se leen en las novelas románticas: pelo largo indica fuerza, virilidad y libertad, que llevaban los pueblos del norte de Europa para emular a sus reyes. Por lo demás, la descripción responde a la de un caballero con armadura, alto y delgado, fuerte, vigoroso y esbelto; pecho y hombros anchos para aguantar la armadura; piernas largas y rectas como señal de elegancia y porte; manos grandes y generosas como símbolo de habilidad con la espada y de masculinidad. EN EL RENACIMIETO. Tiene un canon de belleza semejante al del mundo clásico, donde tenía su principal fuente estética. Basada sobre todo en la armonía y en la proporción. Italia se convirtió en el referente artístico y todas las artes reflejaron ese canon de belleza del mismo modo. Han quedado como emblemáticas en la historia, el David, de Miguel Ángel como canon de belleza masculina (hasta hoy es referente publicitario), y el nacimiento de Venus de Sandro Botticelli de la femenina. Características de femenino: piel blanca, sonrosada en las mejillas, cabello rubio y largo, frente despejada, ojos grandes y claros; hombros estrechos, como la cintura; caderas y estómagos redondeados; manos delgadas y pequeñas en señal de elegancia y delicadeza; los pies delgados y proporcionados; dedos largos y finos; cuello largo y delgado, cadera levemente marcada; senos pequeños, firmes y torneados; labios y mejillas rojos o sonrosados. Masculinos, todos tenemos en mente la escultura de David; añadimos los cabellos largos y relucientes, las cejas pobladas y marcadas, la mandíbula fuerte, los pectorales anchos, y que son figuras imberbes o jóvenes por lo general. De maquillaje tenemos sólo el colorete y el carmín, para los tonos rosados de la cara. En cuanto al vestido es bastante suntuoso o espléndido, en su afán por mostrar su perfección corporal, gustaban de mostrar la desnudez de los cuerpos. EL BARROCO. Aquí, se complica todo. Fue la apariencia y la coquetería. Las cortes europeas enfatizaron su poder mediante el arte de la apariencia y la fastuosidad o sin razón alguna. Pelucas en los hombres y mujeres, lo que más destaca en el barroco fue la proliferación, de uso y abuso de perfumes, carmines, lunares, corsés, encajes, ropas suntuosas, zapatos de tacón, espejos, joyas, pomposidad, peinados, coquetería en suma. No en vano nació la palabra “Maquillaje” y se extendió por varias lenguas, muchas veces como sinónimo de truco y engaño. Era el ideal de belleza femenino por lo tanto, bastante artificial. ROCOCÓ. Desde entonces hasta ahora ha habido muchas modas: la gracia, ligereza y galantería del rococó; la sobriedad de la ilustración; la moda; del dandi inglés, etc. Ha habido momentos en el siglo XX que el ideal de belleza femenina ha estado más próximo al primer modelo (egipcio) que al segundo (grecia), especialmente en periodos de entre guerras e inmediatas postguerras. Ahora bien, parece evidente que a partir de los años 1960 la tendencia pese a la individualidad que algunos proclaman es la de los cuerpos delgados, gran altura, vientres lisos, cabello abundante, ojos grandes, nariz pequeña, labios carnosos, senos simétricos, y sólidos, piernas largas y delgadas, cadera marcada aunque no excesiva, cuerpos bronceados, y, sobre todo jóvenes (sin arrugas). En la estricta actualidad, los comics y las nuevas tecnologías junto con los medios de comunicación son los que proporcionan los nuevos patrones de “belleza”(lo comercial). Quizá ahora el ícono de la belleza femenina lo proporcionen los videos juegos: superhéroes y hombres Madelman (musculosos, atléticos, poco locuaces, siempre con ganas de guerra) y mujeres Laracrofts (de unos contornos fantásticos, en ambos sentidos de la palabra), en fin, seres virtuales, ciberseres que se desenvuelven en las pantallas de los ordenadores que todos los actores intentan encarnar. Por poner un ejemplo, los griegos eran exactamente igual que nosotros, quizás con unos centímetros menos solamente. ¿Por qué entonces, ha cambiado tanto nuestro concepto de belleza? Respuesta según Marcos Rojas: Los cambios de patrón estético han respondido a las relaciones entre la imagen y la ideología del poder, especialmente en las mujeres, históricamente sometidas. El físico femenino se ha valorado como un objeto más. Respuesta según Alicia Giménez-Bartlett (ensayo): La belleza nunca es inocente; siempre hay razones inconfesables detrás de los cánones, en todas las épocas. La modernidad con la que desde luego coincidimos es quizás menos teórico pero no más tolerante. Se sustituyen las ideas por el dinero y todo encaja. Los cánones de la belleza actuales implican que gastemos dinero sin medida para alcanzarlos: gimnasios, dietas (anoréxica), siluetas, cirugía, para la eterna juventud. La mayoría de los humanos han pasado y pasarán por esa especie de tiranía y esclavizador de la moda y del canon y belleza, porque ha sido desde siempre, aún quizás desde los tiempos de los hombres y los mamuts. Vivimos pendientes de nuestra apariencia. La Belleza debe ser tratada desde dos puntos de vista, primero como sentimiento agrado y segundo como razón de juicio, es decir en la belleza debe haber la armonía y la razón en perfecto estado original, tanto en forma y esencia por no decirlo objetivo y subjetivo sea verificable, en lo físico y tanto sea verificable a través de la imaginación esencial de lo que es, en contenido fuera del alcance visible, es solo palpable con el tercer ojo. (CAHUI) Conclusión: la belleza no existe en sí, solo es la percepción de emoción, impresión, e inclusive ilusión humana, frente a cosas o personas (mujer a veces hombres). La estética ha sido considerada para la sociedad consumista, en lo exterior y el arte en el interior, cuando debe ser todo lo contrario, es decir, el arte en el exterior y la estética en el interior. Puesto que si no hay transformación de materia no hay arte por consiguiente no hay estética ya que el resultado de belleza es el producto humano y luego hay sensación, hay impresión y luego la razón de la imaginación frente al hecho concreto, llamado belleza.

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